
Contenido
- 1 El matrimonio cristiano y el amor
- 1.1 El matrimonio cristiano empieza cuando prometes en público lealtad para toda la vida.
- 1.2 Cada pareja casada se une a Dios
- 1.2.1 Celebra que Dios está contigo y tus victorias
- 1.2.2 4 pasos para crear la marca de tu iglesia
- 1.2.3 12 razones vitales por las que cada uno de nosotros debería ser parte de una iglesia
- 1.2.4 Iglesia online: Entendimiento de las caídas y picos en la asistencia
- 1.2.5 ¿Por qué murió Jesús en la cruz? 5 razones profundas
- 1.2.6 Top 7 mejores regalos para amigas cristianas
- 1.2.7 El poder de la oración: Sagrado, impresionante e increíble
- 1.2.8 De qué manera descubrir el tesoro de la palabra de Dios
- 1.2.9 Una carta abierta a los indiferentes sobre su pecado sexual
El matrimonio cristiano y el amor
Carl sabía que había cometido un fallo. Un enorme fallo. Se había casado con Sally hace 5 años, y a lo largo del primer año aproximadamente había estado bien. Mas conforme pasaba el tiempo, se había vuelto clarísimo para él que no eran compatibles. No se comunicaban bien. De manera frecuente se frotaban el uno al otro de la forma incorrecta. Últimamente habían discutido mucho. En verdad, Carl temía regresar a casa, y comenzó a postergarlo tanto como pudiese.
La semana pasada Carl había conseguido un libro cristiano sobre el matrimonio, que incluía listas de puntos positivos y negativos para asistir a los solteros a decidir si alguien se amoldaba bien a ellos. Miró la lista y se percató de que y Sally tenían una puntuación muy, bajísima. Si hubiese visto esas listas ya antes de casarse, jamás se habría casado con ella. Había sido un horrible fallo. Se sentía muy agobiado por este motivo, por el hecho de que era cristiano y sabía que su iglesia lo rechazaría cuando y Sally se separaran.
¿Mas qué podía hacer? Tras todo, el matrimonio cristiano se trata de amor, se afirmó a sí mismo. Y si bien ya antes amaba a Sally, nuestro amor está muerto y ya no la amo. No estoy convencido de que haya algo que pueda hacer a este respecto, razonó. Es realmente triste, mas estas cosas sencillamente suceden. Comenzó a ensayar su pequeño alegato de explicación a su ministro…
El amor leal y firme es el corazón del matrimonio cristiano, por el hecho de que el amor leal y firme es el corazón del cosmos.
La lealtad es el corazón del matrimonio cristiano pues es el corazón de Dios
El corazón del matrimonio cristiano es el corazón del cosmos. Si eso suena un tanto magnífico para ti, prosigue leyendo. . .
El corazón del matrimonio cristiano es la lealtad. Es mejor llamarlo con lo que «amor», en tanto que el amor es un término demasiado haragán en el empleo popular. En ocasiones por amor podemos trasmitir algo no considerablemente más profundo que los símbolos del corazón rosa o bien azul y el romance. Con frecuencia es una palabra que habla de sentimientos y deseos más que de compromiso. Conque vamos a hablar de lealtad, o bien mejor todavía, de amor leal, o bien «amor inalterable», que es la mejor traducción de una esencial palabra del Viejo Testamento para el amor del Dios de la Coalición. Vemos esto estupendamente descrito en Éxodo 34:6:
El Señor, el Señor, un Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y que abunda en el amor y la lealtad. (Ex-. 34:6)
El contexto es un tiempo de horrible infidelidad por la parte del pueblo de Dios. En este contexto Moisés escucha esta descripción de Dios: «El Señor, el Señor, un Dios misericordioso y clemente, lento para la ira y rebosante en amor y lealtad». Ninguna descripción de Dios se repite tan de forma frecuente como esta en las Sagradas Escrituras. El amor leal y firme es el corazón del matrimonio cristiano, por el hecho de que el amor leal y firme es el corazón del cosmos. El leal, firme y apasionado Amante Dios llama a los hombres y mujeres a enseñar un amor leal, firme y apasionado en sus matrimonios.
Esto tiene bien poco o bien nada que ver con «enamorarse» (o bien no). De manera frecuente charlamos de enamorarse o bien desamorarse, tanto en la sociedad como, con demasiada frecuencia, en la iglesia.
El matrimonio cristiano empieza cuando prometes en público lealtad para toda la vida.
El matrimonio cristiano acaba cuando uno de muere. La lealtad es central, mas raras veces se comprende. El curso te va a mostrar lo que significa la lealtad y de qué forma ser leal en los buenos y malos instantes, sin importar lo más mínimo de qué manera te sientas. Les va a mostrar de qué forma sostener la lealtad viva.
Eso estaría mucho menos en sintonía con la temporada en que vivimos, mas considerablemente más en sintonía con la Sagrada Escritura.
El matrimonio cristiano es una unión de «una sola carne» unida por Dios
Y los fariseos se aproximaron y para probar [a Jesús] preguntaron: «¿Es legal que un hombre se divorcie de su esposa?» Les respondió: «¿Qué te ordenó Moisés?» Dijeron: «Moisés dejó que un hombre escribiera un certificado de divorcio y la enviara lejos».
Y Jesús les dijo: «Por la dureza de vuestro corazón os ha escrito este mandamiento. Mas desde el comienzo de la creación, ‘Dios los hizo varón y hembra’. «Por ende, va a dejar el hombre a su padre y a su madre y se aferrará a su mujer, y los 2 se transformarán en una carne. De esta manera que ya no son 2 sino más bien una sola carne. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre». (Marcos 10:2-nueve)
La Sagrada Escritura nos enseña la centralidad de la lealtad de 2 formas esenciales. Primero, el Génesis enseña que el matrimonio cristiano es una unión en la que el marido y la mujer se transforman en «una sola carne». Jesús afirma que esto quiere decir que están unidos por Dios. Este fue el remate de las enseñanzas de Jesús sobre el matrimonio cuando le preguntaron sobre el divorcio en Marcos diez y Mateo diecinueve. Citando Génesis 2:24, afirmó, «Por ende, va a dejar el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y van a ser una sola carne». De esta manera que ya no son 2 sino más bien una sola carne. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre» (Marcos 10:7-nueve). El matrimonio crisitiano implica dejar a los progenitores, a fin de que el marido y la mujer se transformen en «familiares próximos» el uno del otro. Implica un «apegarse» o bien «sostenerse firme», una palabra que combina la pasión con la permanencia. Y resulta en una unión de «una sola carne», que es una unión hecha por Dios.
Cada pareja casada se une a Dios
Esto es fundamental. No debemos caer en la idea subjetiva de que «unirse por Dios» es una cosa que ocurre gradualmente conforme medra una relación marital, una suerte de pegamento que se fija de forma lenta con el tiempo en las condiciones convenientes. En un caso así, el ministro en una boda por la iglesia debe sustituir las palabras de Jesús diciendo, «En consecuencia, declaro que pueden o bien no medrar para ser unidos por Dios. Espero que lo hagas, mas jamás podemos estar seguros.» Esto sería absurdo y muy equivocado.
Si creemos que esta unión de Dios es un proceso gradual, entonces arruina el punto que Jesús hace. Jesús habla a los fariseos, que creían que el divorcio era una forma simple y lícita de concluir sus matrimonios. Creían que podían separarse y continuar en los «buenos libros» de Dios como líderes religiosos respetables. Jesús les afirma a ellos y a nosotros que no podemos hacer esto, pues nuestros matrimonios están unidos por Dios. Desea eludir que rompamos nuestros matrimonios.
Mas si un matrimonio particularmente puede o bien no ser unido por Dios (en dependencia de lo bien que se desarrolle el «proceso»), entonces puedo sencillamente aseverar que mi matrimonio particularmente no ha conseguido ser unido por Dios y por ende estoy bastante justificado en romperlo. Esto sería una tontería de las enseñanzas de Jesús. No, toda pareja correctamente casada está unida por Dios.