
Contenido
- 1 La palabra de Dios: Un tesoro
- 1.1 LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO
- 1.2 ¿CÓMO ES QUE LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO?
- 1.3 ¿CÓMO ABRIMOS ESTE TESORO? ¿CÓMO LO DISFRUTAMOS?
- 1.4 FUERON ENCONTRADOS – COMO UN TESORO.
- 1.5 TENEMOS QUE ACEPTAR LA PALABRA DE DIOS:
- 1.6 LA PALABRA DE DIOS SE CONVERTIRÁ EN UNA ALEGRÍA PARA NOSOTROS
- 1.6.1 Oración para dormir: Conectarse, someterse, confiar en Dios
- 1.6.2 Iglesia online: Entendimiento de las caídas y picos en la asistencia
- 1.6.3 10 cosas que deberías saber sobre la teología sistemática
- 1.6.4 Una carta abierta a los indiferentes sobre su pecado sexual
- 1.6.5 Por qué el llamado a la exultación expositiva es único
- 1.6.6 7 buenas razones para dejar una iglesia
- 1.6.7 ¿Qué significa que Dios odiaba a Esaú?(Malaquías 1)
- 1.6.8 La alegría de Dios: De qué forma experimentarla día tras día
- 1.6.9 La belleza de la perseverancia bíblica
La palabra de Dios: Un tesoro
Existen muchas historias sobre la gente…por favor, procuren los tesoros ocultos. La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson se ha transformado en una película una y otra vez. ¿Cuántas alteraciones ha habido de Aladino? De forma frecuente en estas historias, los personajes entran en una habitación llena de montañas de monedas de oro y joyas y esculturas y cajas de tesoros. Y sus mandíbulas se abren. Como esta escena en el Tesoro Nacional:
En general en estas películas la gente expone su vida y pasa por todo género de riesgos para localizar un tesoro, como Indiana Jones en esta escena de «Raiders of the Lost Ark«:
¿Y si te afirmara que en algún parque cerca de tu urbe hay una gruta llena de monedas de oro y diamantes y joyas hermosas y esculturas de oro, y si la hallas puedes guardarlo todo en ella? ¿Piensas que la procurarías?
Seguramente no hay tesoro sepultado en un parque cerca de ti, mas hay un TESORO REAL que todos podemos localizar. Y está repleto de riquezas que no podemos imaginar.
Primeramente, el propio Dios es nuestro tesoro. Nos llena de todo género de alegría y bendición. Si conocemos a Jesucristo somos las personas más ricas de la faz de la tierra.
El Señor es mi porción escogida y mi copa; tienes mi suerte.
Las líneas han caído para mí en lugares agradables; en verdad, tengo una bella herencia. Cántico dieciseis.5-seis
El Señor es mi porción escogida y mi copa… el Señor es mi preciosa herencia, esto quiere decir que el Señor es mi tesoro. ¡El Señor es lo más esencial, fantástico y valioso de mi vida! Pablo dijo:
De verdad, considero todo como una pérdida por el valor supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por su causa he sufrido la pérdida de todas y cada una de las cosas y las considero basura, para ganar a Cristo. Filipenses 3:8
Cristo era el tesoro de Pablo. Afirmó que renunció a todo lo demás en esta vida para tener a Jesús. Dios es nuestro tesoro. Si tenemos todas y cada una de las riquezas de la tierra, mas no conocemos al Señor, no tenemos nada.
Mas Dios asimismo nos da otro tesoro: y ese tesoro es su PALABRA.
LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO
Me alegro de tu palabra como quien halla un enorme botín. Cántico ciento diecinueve mil ciento sesenta y dos
Gran botín es otra forma de decir «tesoro». Me alegro de tu palabra como quien halla un enorme tesoro.
Mediante sus testimonios (la palabra de Dios) me deleito tanto como en todas y cada una de las riquezas. Cántico once mil novecientos catorce
David dice: «En el camino de tus testimonios – tu palabra – me deleito tanto tal y como si tuviese TODAS las riquezas – todas y cada una de las riquezas del planeta.
La ley de tu boca es mejor para mí que miles y miles de piezas de oro y plata. Cántico once mil novecientos setenta y dos
Si le afirmara a David: «Oye David, ¿qué es mejor, la palabra de Dios, o bien miles de piezas de oro y plata?» Él diría: «¿Estás bromeando? La palabra de Dios es mejor que una gruta entera de oro y plata.» Si David estuviese vivo el día de hoy y alguien le dijera: «David, te voy a dar cincuenta mil millones de dólares estadounidenses si no vuelves a leer la Sagrada Escritura», ¿sabes qué afirmaría? «Vete de acá. Ni tan siquiera puedes ponerle costo a la palabra de Dios. Es más valiosa que todas y cada una de las riquezas del planeta. Me da más alegría, dicha y sabiduría que todas y cada una de las riquezas del planeta».
De ahí que amo tus mandamientos más que el oro, más que el oro fino. Cántico ciento diecinueve mil ciento veintisiete
La palabra de Dios es un tesoro. Está repleta de todo género de riquezas y exquisiteces. Y todos de nosotros podemos abrir este tesoro y excavar en él. Y este tesoro va a traer alegría a nuestras vidas.
Antes que Jesús me salvara, no sabía esto. Hubiese pensado en las Sagradas Escrituras como, quizás un libro de cuentos. Oh, es este libro de todas y cada una estas viejas historias, como la de Noé y el arca y la historia de Israel marchando en torno a la urbe de Jericó y tocando las trompetas y las paredes cayendo. Y sí, la historia de Jesús. Mas no lo habría pensado tal y como si fuera un tesoro.
O bien podría haber pensado en las Sagradas Escrituras como un manual de instrucciones. Un libro de instrucciones detalladas sobre de qué manera se supone que debemos vivir. Odio los manuales de instrucciones. Siempre y en toda circunstancia semejan ser realmente difíciles y bastante difíciles de comprender. Coge la parte A y conéctala a la parte C y después coge el pequeño tornillo (parte Y también-dieciseis) y también introdúcelo en la abertura y después víralo en sentido opuesto a las agujas del reloj.
No me agradaría mirar los manuales de instrucciones todos y cada uno de los días. Mas la palabra de Dios no es un manual de instrucciones indescifrable. Sí tiene instrucciones y órdenes claras, mas Dios nos las da a fin de que lo conozcamos y experimentemos gran alegría y paz y tengamos la mejor vida posible.
¿CÓMO ES QUE LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO?
LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO PORQUE EL MISMO DIOS NOS HABLA A TRAVÉS DE SU PALABRA.
La Sagrada Escritura no es solo un libro sobre Dios. Es Dios hablándonos. Dios mismo, el autor del cosmos, nos habla. Es Dios diciendo, «Te amo. Esto es lo que hice por ti para salvarte. Es de este modo como puedes conocerme, gozarme y agradarme».
En este tesoro, Dios nos afirma de qué forma es: Beato, cariñoso, bueno, misericordioso, afable. Podemos mirar el cosmos y decir ciertas cosas sobre Dios. Él es poderoso – para crear todas y cada una de las estrellas, etcétera Él es creativo – cigarras – diecisiete años en la tierra… Ha de ser amplio de alguna forma en tanto que el cosmos es tan amplio.
Mas hay tantas cosas que no podemos saber con solo mirar la creación. ¿Es Dios bueno? ¿Es Dios cariñoso? ¿Se preocupa Dios por nosotros? ¿Me ama Dios a mí? Deseo decir, el cosmos es tan grande, ¿y somos solo una mancha de polvo? Menos que una mancha de polvo. ¿Verdaderamente le importa a Dios lo que pasa acá? ¿Verdaderamente le importo a Dios? ¿De qué forma puedo saberlo?
No podríamos saber estas cosas solo por nuestros pensamientos. PERO DIOS NOS DICE QUIÉN ES Y CÓMO ES EN SU PALABRA.
LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO PORQUE LA PALABRA DE DIOS NOS DICE CÓMO SER SALVADOS Y TENER VIDA ETERNA.
Ningún otro libro en el planeta nos afirma las buenas noticias de Dios sobre todo cuanto hizo por nosotros para salvarnos y lo que debemos hacer a fin de que nuestros pecados sean perdonados y también ir al cielo. Sí, hay todo género de otros libros religiosos y filosóficos. Mas la palabra de Dios es la única que nos afirma la manera en que Dios recibe la salvación que adquirió para nosotros. La mayor parte de las religiones se fundamentan en obras. Vive una buena vida y también vas a ir al cielo.
Absolutamente nadie podría entender la buena nueva de la palabra de Dios – que Jesús, Dios Hijo, se transformó en un humano, vivió una vida sin pecado de perfecta obediencia a su Padre, entonces tomó nuestros pecados sobre sí mismo en la cruz, llevó la ira que merecíamos y pagó por nuestros pecados, entonces se levantó físicamente de la muerte y ascendió al cielo. Y en el momento en que nos volvemos a Jesús y creemos en él y lo llamamos a ser nuestro Señor, Dios disculpa nuestros pecados, y considera la vida de obediencia de Jesús para nosotros tal y como si la hubiésemos vivido y nos da la salvación y la vida eterna como un regalo gratis.
¡Ninguna otra religión tiene tal tesoro de buenas noticias!
LA PALABRA DE DIOS ES UN TESORO PORQUE DIOS NOS DICE CÓMO COMPLACERLO
En su Palabra, Dios nos revela de qué forma tener alegría y paz, de qué manera conocer y gozar de Dios ahora
Los caminos de Dios no son los caminos del planeta. Además de la palabra de Dios, jamás podríamos saberlo:
De qué forma ser realmente grande
De qué forma batallar contra las patrañas del oponente
De qué manera podemos estar agradecidos en todos y cada situación
De qué manera tener una auténtica y perdurable alegría
De qué forma tener esperanza
De qué manera superar nuestros pecados
De qué forma comprender el pecado y la tentación
De qué forma querer, disculpar y bendecir a los que pecan contra nosotros
De qué forma conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas
De qué forma soportar hasta el final
¿CÓMO ABRIMOS ESTE TESORO? ¿CÓMO LO DISFRUTAMOS?
Tus palabras fueron encontradas y las comí, y tus palabras se transformaron para mí en una alegría y en el deleite de mi corazón, pues soy llamado por tu nombre, oh Señor, Dios de los ejércitos. Jeremías quince.16
Primero, afirma, Tus palabras fueron encontradas, y las comí
Sus palabras fueron encontradas – las Sagradas Escrituras es la palabra de Dios. Exactamente las mismas palabras del Autor del cosmos. Las Sagradas Escrituras no es la palabra del hombre, es «TUS PALABRAS». Conque ahí es donde deseamos comenzar las Sagradas Escrituras es «TUS PALABRAS» las Sagradas Escrituras es exactamente las mismas palabras de Dios. No hay otro libro escrito que sea exactamente la misma palabra de Dios. Ese es el punto de partida: opinar que las Sagradas Escrituras es exactamente la misma palabra de Dios.
Ciertas personas no piensan que las Sagradas Escrituras sea la palabra de Dios – consideran que son solo historias o bien ideas de hombres. Mas la Sagrada Escritura es la palabra de Dios – TUS PALABRAS fueron encontradas.
Cuando era un joven cristiano, alguien afirmó, «Dios lo afirmó, lo creo, eso lo soluciona».
Tus palabras fueron encontradas
FUERON ENCONTRADOS – COMO UN TESORO.
Antes que Jesús me salvara, oí a alguien decir: «Logra una Biblia y comienza por leerla unos minutos día a día». Comienza con uno de los evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Y léela todos y cada uno de los días a lo largo de unos minutos. Léelo y haz lo que afirma y cambiará tu vida. Conque adquirí una biblia en rústica y comencé a leerla todas y cada una de las mañanas a lo largo de unos minutos – ENCONTRÉ la palabra de Dios. LA DESCUBRÍ! No la conocía ya antes. No la tenía. Ahora tenía un tesoro.
TENEMOS QUE ACEPTAR LA PALABRA DE DIOS:
Tus palabras fueron encontradas, y las comí.
Dios podría sentarnos en una mesa y extender un festín de comida increíble delante de nosotros. Mas no nos serviría de nada si no la comemos. Si no la tomamos. Debemos admitir la palabra de Dios en nosotros. Tus palabras fueron encontradas y me las comí. Dios describe su palabra como comida. Nos describe tal y como si la asimilásemos tal y como si la comiésemos.
Cuando comemos comida, la tomamos. LA MASTICAMOS. Frecuentemente la degustamos. Afirmamos «MMMMM! ¡Oh, esto es tan bueno!» En ocasiones experimentamos nuevos sabores que jamás ya antes habíamos probado. En ocasiones debemos masticar el alimento por más tiempo. En ocasiones debemos desarrollar el gusto por determinados comestibles.
Eso es como la palabra de Dios. En ocasiones es simple para nosotros comprenderlo – nos agrada el «sabor» inmediatamente. Es simple de masticar. Quizás como huevos revueltos o bien puré de papas. En ocasiones debemos masticarlo más tiempo, como un filete.
LA PALABRA DE DIOS SE CONVERTIRÁ EN UNA ALEGRÍA PARA NOSOTROS
Tus palabras fueron encontradas y me las comí, y tus palabras se transformaron para mí en una alegría y en el deleite de mi corazón,
En ocasiones la palabra de Dios es de manera inmediata una alegría y un deleite para nosotros. Como:
Dale merced al Dios del cielo, pues su amor inalterable pervive por siempre. Cántico 136:26
En ocasiones lleva tiempo. Precisamos confiar en la palabra de Dios. Dios nos la va a probar ocasionalmente
Y no nos fatiguemos de hacer el bien, pues a su debido tiempo cosecharemos, si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9
A su debido tiempo cosecharemos! ¡Con el paso del tiempo, la palabra de Dios ha alterado mi vida! La palabra de Dios ha traído BENDICIÓN a mi vida. Cuando era un joven cristiano, escuché a alguien instruir que deberíamos intentar pasar cierto tiempo en la palabra de Dios de manera regular. Sugirieron que la primera cosa que había que hacer día a día era tomarse unos diez o bien quince minutos para leer la palabra de Dios. Con lo que comencé a intentar hacer eso. En el momento en que me levantaba, tomaba un café para asistirme a despertar, y después pasaba unos minutos en la palabra de Dios. Y Dios me ha ayudado a hacerlo a lo largo de años. No siempre y en toda circunstancia lo hago todos y cada uno de los días, mas trato de hacerlo la mayor parte de los días. Ahora ciertas personas tienen demasiado sueño por la mañana para leer la palabra de Dios. Para ciertas personas es mejor si leen la palabra de Dios después en el día. Mas lo primordial es que si puedes iniciar un HÁBITO de pasar un tanto de tiempo en la palabra de Dios de manera regular y después intentar OBEDECER la palabra de Dios – ¡Dios cambiará tu vida!
Job afirmó que acumulaba la palabra de Dios más que su comida diaria:
No me he separado del mandamiento de sus labios; he acumulado las palabras de su boca más que mi porción de comida. Job veintitres y doce
Permíteme animarte en esto: La palabra de Dios es un TESORO! Procura abrirla y asimilarla de manera regular. Procura localizar un instante que te sirva todos y cada uno de los días, o bien por lo menos la mayor parte de los días. Comienza con algo pequeño. Solo léela a lo largo de cinco o bien diez minutos. Sería mejor leer la Sagrada Escritura a lo largo de cinco minutos día a día que leerla a lo largo de 1 hora una vez por mes. Solo un tanto cada vez, y pídele al Señor que te hable y te asista a querer su palabra.
Jesús, gracias por el hecho de que eres nuestro tesoro y nos has dado el tesoro de tu palabra. Ayúdanos a querer tu palabra y a quererte.