
Contenido
- 1 Las Sagradas Escrituras nos afirman que recibimos el amor de Dios
- 1.1 Las Escrituras tienen mucho que decir sobre el amor de Dios.
- 1.2 El amor de Dios es firme, muy frecuente, inalterable, ineludible.
- 1.3 El amor de Dios es un sacrificio y un vaciamiento de sí
- 1.4 El amor de Dios es perfecto.
- 1.5 El amor de Dios es infinito y también ininteligible
- 1.6 El amor de Dios es eterno
- 1.7 El amor de Dios es el amor de un padre por sus hijos
- 1.8 El amor de Dios es paciente y tolerante
- 1.9 Es la voluntad de Dios que conozcamos y experimentemos su amor.
- 1.9.1 3 cosas que debemos creer en la Palabra de Dios
- 1.9.2 11 poderosas formas en que cada creyente puede alabar a Dios
- 1.9.3 ¿Salva el bautismo? (1 Pedro 3)
- 1.9.4 Mejora tu liderazgo religioso
- 1.9.5 Top 8 mejores regalos cristianos para niños
- 1.9.6 Dios ayúdame: Una poderosa oración para los tiempos bastante difíciles
- 1.9.7 Top 7 mejores regalos cristianos para mujeres
- 1.9.8 ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe?
- 1.9.9 ¿Qué significa «Caminar por el espíritu»?
Las Sagradas Escrituras nos afirman que recibimos el amor de Dios
Con lo que hemos llegado a conocer y a pensar el amor que Dios tiene por nosotros. DIOS ES AMOR, y quien continúa en el amor, continúa en Dios, y Dios en él. 1 Juan 4:16
Y…
Quien no ama no conoce a Dios, por el hecho de que DIOS ES AMOR. 1 Juan 4:8
Entonces, ¿qué es lo que significa esto? ¿De qué forma es el amor de Dios?
¿Nos ama Dios en el momento en que nos confundimos? ¿Nos ama Dios cuando no podemos sentir o bien percibir su amor? ¿Cambia su amor?
Es posible que te preguntes si Dios te ama. ¿Qué pruebas tenemos de que Dios nos ama?
Las Escrituras tienen mucho que decir sobre el amor de Dios.
Primeramente, el amor de Dios por nosotros no se fundamenta en nada en nosotros.
Dios no nos ama por el hecho de que seamos afables, o bien por cualquier cosa que hagamos. El amor de Dios por nosotros no se fundamenta en nuestra obediencia o bien aun en nuestro amor por él. El término teológico que muchos utilizan para describir el amor de Dios es «incondicional». En otras palabras, el amor de Dios no se fundamenta en ninguna condición, como nuestra obediencia, o bien nuestro amor por él. En verdad la Sagrada Escritura afirma que Dios nos ama pese a que nos sublevamos contra él, rompimos sus leyes, le escupimos en la cara y lo rechazamos.
Quizá la mejor Escritura para poder ver el amor incondicional de Dios es Romanos 5:8:
Mas Dios muestra su amor por nosotros en que cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Y 1 Juan 4:9-diez nos dice:
En esto se manifestó el amor de Dios entre nosotros, en que Dios mandó a su único Hijo al planeta, a fin de que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor, no en que hayamos amado a Dios, sino más bien en que nos amó y mandó a su Hijo para ser la propiciación por nuestros pecados.
¿No es esto increíble? Dios no aguardó a que , los humanos caídos, comenzáramos a quererlo ya antes de mandarnos a verter su amor sobre nosotros y a su hijo a fin de que muriera por nosotros. Si Dios hubiese aguardado a que lo amáramos, jamás habría mandado a Jesús por el hecho de que jamás habríamos amado a Dios por nuestra cuenta. Estábamos fallecidos en nuestros pecados. No teníamos ningún deseo de Dios. En verdad, detestábamos a Dios. No obstante, Dios nos amó tanto que mandó a su Hijo que tomó todos nuestros pecados sobre sí mismo tal y como si los hubiese cometido personalmente y tomó nuestro castigo en la cruz.
Dios no podría haber hecho solamente para probar su amor por nosotros que hacer que su único Hijo cargase con la ira que deberíamos haber recibido.
Si por ninguna otra razón que esta, deberíamos opinar que Dios nos ama.
El amor de Dios es firme, muy frecuente, inalterable, ineludible.
El amor firme del Señor jamás cesa; sus clemencias jamás acaban… Lamentaciones 3:22
Dios jamás deja de querer a sus hijos. Aun cuando no podemos sentirlo. Aun cuando pecamos y no lo amamos, Dios no deja de querernos. Debemos pensar que el amor de Dios es firme, singularmente cuando pasamos por tiempos bastante difíciles y aflicciones y no podemos sentir su amor. Mas no importa lo que estemos pasando, Dios jamás va a dejar de querernos a los que hemos creído en Jesús.
En Deuteronomio 31:6 Dios le afirmó a su pueblo:
Sean fuertes y valientes. No temáis ni tengáis temor de ellos, por el hecho de que es el Señor vuestro Dios quien va con vosotros. No te va a dejar ni te abandonará».
Y en Isaías 43:2 Dios nos dice:
Cuando pases por las aguas, voy a estar contigo; y por los ríos, no te agobiarán; cuando andes por el fuego, no te vas a quemar, y la llama no te consumirá.
El amor de Dios es un sacrificio y un vaciamiento de sí
El amor de Dios es dar. Hablando de sacrificios, Dios sacrificó a su único hijo por nosotros. Dio la cosa más hermosa del cosmos por nosotros por el hecho de que nos ama. Jesús se vació a sí mismo pues nos amaba. Pablo describe el amor sacrificado de Jesús por nosotros en Filipenses 2:
Tened entre vosotros este sentir, que es el vuestro en Cristo Jesús, el que, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino se desposeyó a sí mismo, tomando la manera de siervo, naciendo a similitud de los hombres. Y siendo encontrado en forma humana, se vejó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, aun la muerte en la cruz. (cinco-ocho)
El amor de Dios es perfecto.
Pues el amor de Dios es un amor beato. Amor justo. No hay enfrentamiento entre los atributos de Dios. Pues Dios es interminablemente beato y puro, su amor es interminablemente beato y puro. Por el hecho de que Dios es de forma perfecta justo, jamás nos va a hacer nada malo o bien injusto. Aun si nos disciplinase o bien nos dejara pasar por el sufrimiento, es absolutamente justo y eso no quiere decir que no nos haya amado.
El amor de Dios es infinito y también ininteligible
Su amor es infinito. Nos lo afirma en el Cántico 103:
Pues tan alto como los cielos están sobre la tierra, tan grande es su firme amor cara los que le temen (once)
El amor de Dios es más grande de lo que podemos imaginar. ¿Qué tan altos son los cielos estrellados sobre la tierra? Nos sorprenderá su amor para siempre y por siempre. Por toda la eternidad vamos a ver y experimentaremos nuevos aspectos de su amor.
El amor de Dios es eterno
Afirma en Jeremías 31:3:
…te he amado con amor eterno; de ahí que te he seguido siendo leal.
Dios puso su amor en nosotros ya antes de crear el mundo:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares divinos, como nos escogió en él ya antes de la fundación del planeta, a fin de que fuésemos beatos y también impecables ante él. En el amor nos destinó a ser adoptados para sí como hijos a través de Jesucristo, conforme el propósito de su voluntad, para loa de su gloriosa gracia, con la que nos ha bendecido en el Amado. Efesios 1:3-seis
Ya antes de crear el planeta «en el amor» nos destinó a que nos hiciese santurrones y también impecables y nos adoptase como sus hijos. Dios nos ha amado desde la eternidad pasada y nos amará por toda la eternidad.
El amor de Dios es el amor de un padre por sus hijos
Cuando creemos en Jesús, nos adopta en su familia. No es un ser lejano, ignoto y miedoso, sino es nuestro Padre y por el Espíritu de Dios le llamamos «Abba», padre. GotQuestions.org dice: «La palabra Abba es una palabra aramea que significa ‘Padre’. Era un término común que expresaba aprecio y confianza. Abba significa la relación próxima y también íntima de un padre y su hijo, como la confianza infantil que un pequeño pequeño pone en su ‘papá'».
El amor de Dios es paciente y tolerante
En 1 Corintios trece Pablo nos afirma de qué manera es el amor de Dios y de qué forma debemos buscar el amor de los demás:
El amor es paciente y amable; el amor no envidia ni se jacta; no es insolente ni grosero. No insiste en su camino; no es irritable ni resentido; no se regocija con las malas acciones, sino se alegra con la verdad. El amor todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta. (cuatro-siete)
Cuando Dios se le apareció a Moisés en el Monte Sinaí, se describió a sí mismo de esta manera:
El SEÑOR pasó delante de él y proclamó: «El SEÑOR, el SEÑOR, un Dios misericordioso y clemente, lento para la ira y rebosante en amor y lealtad… Éxodo 34:6
En Romanos 2:4 Pablo dice:
¿O bien es que alardeas de las riquezas de su bondad, paciencia y paciencia, sin saber que la bondad de Dios está destinada a llevarte al arrepentimiento?
Es la voluntad de Dios que conozcamos y experimentemos su amor.
Dios es rico en bondad, tolerancia y paciencia. ¡Qué Dios tan cariñoso servimos! Estoy tan agradecido de que Dios sea clemente y paciente conmigo, pues soy lentísimo para mudar.
No es solo teorético. No es solo una doctrina que aprendemos y creemos, sino experimentamos el amor de Dios ahora en esta vida y lo experimentaremos por siempre en el cielo.
Y por último, pues Dios nos ama tanto, debemos querer a el resto como Dios nos ama a nosotros.
Puesto que Dios nos ha perdonado, ¿de qué manera no disculpar a el resto? Si Dios es tan paciente y tolerante con nosotros, ¿de qué forma no podemos ser pacientes y tolerantes con el resto? En tanto que Jesús dio su vida por nosotros, ¿de qué forma podemos no buscar dar nuestras vidas por el resto?